No es que me consterne la noticia, pero si debe de estar en las notas del año. Y es que tener el disco más vendido de toda la historia (Trhiller) en una época donde no era tan común la compra de discos, de hecho es uno de los mejores discos de toda la historia, está en el Hall of Fame del rock por ello creo que merece que hable de su muerte. Musicalmente Michael ya no traía nada, vivía de los remakes que se les hacían a sus canciones o de los sampleos que les hacían las nuevas generaciones tal el caso de Rihanna con Don’t stop the music, otros con su influencia musical marcada en algunos de sus discos pero con todo esto ya se habían pactado 50 presentaciones en el O2 Arena, en Londres. Para recordar, mi primer casette original que tuve en mi vida musical fue el Dangerous, los primeros que compré fueron el Bad, el Thriller y el Off the wall, me quedé con muchas ganas de ir a ver su espectáculo en el Estadio Azteca en 1993, meses después “el destino me habría de premiar” encontrándomelo en el parque de diversiones Disneyland en California con un impresionante cuerpo de seguridad sólo dejando a los niños para que lo saludáramos (ahora entiendo por qué, ja!), de ahí crecí y ya no tuve ningún tipo de afinidad con su música.
Murió otro Rey, éste, del Pop y no habrá equiparación alguna con Michael, todos lo recordaremos como un artista que le dio personalidad a la música pop.
Descanse en paz, Michael Joseph Jackson (1958 - 2009)
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